Ricardo feliz.


“No lo dudé, me dije que adelante y es calidad de vida”

Yo reservaba un espacio en mi equipaje para mi medicación. Media maleta. Antes de operarme, para corregir mi diabetes, tomaba hasta 17 pastillas diarias, además de los pinchazos de insulina. Ahora solo tomo un comprimido para la tensión, que preveo quitarme en breve por las buenas cifras que arrojo. La vida me ha cambiado desde que el mes de abril de 2011 decidí pasar por el quirófano en la clínica Montpellier.
Antes de operarme mis cifras eran de 130 a 140 miligramos de azúcar. Tras la intervención estoy totalmente estabilizado y he dejado de tomar pastillas y de inyectarme insulina. También se me ha corregido todo lo que rodea a la diabetes. La operación me ha dado una calidad de vida total. Viajo mucho y tenía que reservar media maleta para todos los medicamentos. Ahora solo tomo una pastilla.
En mi caso, el objetivo de la cirugía no fue la pérdida de peso, aunque gracias a ella me he quitado 23 kilos, sino la corrección de la diabetes que llevaba padeciendo desde hacía más de una década. Cada vez es más habitual que estas intervenciones tengan como meta acabar con esta patología crónica. Un amigo que se operó me lo recomendó y decidí lanzarme a pasar por el quirófano. No me arrepiento. No lo dudé, me dije que adelante y es calidad de vida. La intervención duró poco más de media hora y estuve en la clínica durante un día y medio; pero los beneficios que he percibido son muy superiores. Se lo recomiendo a todo conocido y amigo que me encuentro. De hecho creo que, sobre todo en el caso de la diabetes, estas intervenciones se deberían realizarse en el sistema público.

Este es el testimonio de Ricardo, del que recogió la noticia “El Periódico de Aragón” el 17 de julio de 20011, operado mediante cirugía metabólica por padecer diabetes tipo 2.

M.E. C. Zaragoza.